[VIAJES]: Gelati
Italia... podemos hablar de su historia, de sus ciudades, de su gastronomía típica, de sus costumbres, de su gente... pero este post está dedicado a un elemento imprescindible en cualquier visita que se realice a aquel magnífico país: i gelati.
Siempre los he tomado, desde pequeño, preferiblemente los comercializados por Miko, Frigo y demás compañías. Los helados de bolas quedaban para otras ocasiones. Se trata de una afirmación un poco dura pero la frase que más se acerca a mis sentimientos tras haber probado aquellos es que "me da vergüenza tomar un helado en España" (lo que no significa que no vaya a comerlos).
En breve espero encontrar un local en Madrid donde vendan algo similar a los helados italianos. De momento, mi experiencia dice que aquí pueden tener unos 10-12 sabores, en bloques duros de helado, que ponen en los cucuruchos con el típico instrumento para hacer bolas... y que limpian con agua para coger otro sabor diferente.
En Italia, en la mayoría de los sitios, ya tenemos la primera diferencia: cada sabor tiene su propia paleta que no se mezcla con el resto.

Por otra parte, el helado italiano no está frío y duro (he tomado bolas en España que tenían incluso un trozo de hielo). Allí es más cremoso, suave y, sobre todo, extremadamente sabroso. La primera vez que los probé, en Roma, no puede sino exclamar algo parecido a: "¡Dios santo!". Un sabor indescriptible te llena la boca y disfrutas como nunca lo has hecho...
El helado italiano sólo tiene un problema que se solventa rápidamente al conseguir una técnica depurada: al no estar "congelado", se derrite con mayor rapidez. Si lo sirvieran españoles, no se daría el caso pero es que, además de estar riquísimo, en tierras transalpinas te dan una cantidad inmensa de helado. Por lo tanto, a los 30 segundos de salir del refrigerio, algunas montañas laterales comienzan a gotear ligeramente. Basta con tomarse ese primer recubrimiento en círculo para que el problema desaparezca.
Cada vez que recuerdo aquellos sabores, que además tienen por decenas, con 20 o 30 tipos en cada local, se me hace la boca agua. Eso sí, para mi gusto hay un claro ganador: il gelato de nocciola... ¡im-pres-cin-di-ble!. Y como allí el número mínimo de bolas (por llamarlo de algún modo ya que en realidad cogen bastante más, como si fuera cemento) es de 2 (salvo en contadas gelaterías), mi gelato preferido es el de nocciola con pistachio. De verdad, por mucho que intente explicarlo, hasta que no se prueba, no se es consciente.
Espero equivocarme y encontrar pronto en Madrid un local donde los vendan, ya que me haré cliente habitual.
Gelati: Italia, grazie mille
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